La bulimia junto con la anorexia forma parte
de los síndromes mas complejos que
involucran a los trastornos de la conducta
alimentaria.
Bulimia significa ingestión abundante de alimentos
en un corto período de tiempo.
Luego de esta definición
uno podría suponer que mucha gente es bulímica
y no por esto es una enfermedad. Esto es correcto,
ya que pueden existir episodios bulímicos
sin que esto se relacione con alteraciones psicológicas.
Pero cuando un joven o una joven recurren a episodios
de "comilona o atracones" y luego tienen
que vomitar para contrarrestar la culpa (mas aun
si estos episodios autoprovocados son frecuentes
y no se pueden evitar) seguramente que estamos
frente a una bulimia nerviosa.
"...María concurre
sola al consultorio solicitando ayuda. Relata
que no puede dejar de vomitar. Esta práctica
la realiza diariamente y en algunas ocasiones
vomita varias veces en el día. Se siente
angustiada y al mismo tiempo preocupada por su
peso. Dice que está gorda y para evitar
seguir engordando como no puede dejar de tener
atracones, vomita o toma laxantes ..."
María estaba consultando
por primera vez aunque ya habían pasado
cuatro años de su primer vómito
provocado.
Esta práctica secreta por momentos le producía
satisfacción y en otros le daba una tremenda
vergüenza y culpa.
Culpa y vergüenza se suman para que los enfermos
de bulimia alternen períodos de grandes
atracones con épocas de dietas no tan estrictas.
Si bien están procupados por el peso nunca
bajan tanto como para llamar la atención,
es mas, muchos de ellos tienen un peso normal
o ligeramente por encima.
La bulimia suele aparecer en diferentes momentos
de la adolescencia pero por lo general se da en
edades mas avanzadas. Como en la anorexia, se
da mayoritariamente en las mujeres.
Síntomas
orgánicos de la bulimia
-
Episodios recurrentes de
ingesta de grandes cantidades de alimentos ("atracones").
-
Consumo abundante de alimentos
hipercáloricos con grandes cantidades
de líquidos.
-
Terminación del
atracón con dolor abdominal y vómitos.
-
Intentos repetidos de perder
peso con dietas, laxantes, diuréticos
y vómitos.
-
Oscilaciones en el peso.
Aumentos y descensos bruscos por las variaciones
alimentarias.
El mal hábito alimentario lleva a graves
consecuencia orgánicas y metabólicas.
La permanente irritación del esófago
por los vómitos reiterados produce esofagitis
crónica, por este motivo suelen ingerir
grandes cantidades de leche, que, por un lado
le facilita el vómito y por el otro disminuyen
el ardor producido por la esofagitis.
Es frecuente que estos pacientes sean remitidos
por el odontólogo quien descubre en los
dientes la impronta irreversible que deja tanto
el impacto del vómito sobre los dientes
como así también la acción
corrosiva del los jugos gástricos. A diferencia
de la anorexia no hay amenorrea (falta de menstruación)
sino irregularidades.
La pérdida permanente con los vómitos
de sustancias llamadas electrolitos (sodio, potasio,
magnesio, etc.) produce calambres, dolores musculares,
alteraciones en los riñones, y arritmias
cardíacas causa frecuente de muerte en
estos pacientes.
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